Parálisis cerebral
Etiología
Las causas de la parálisis cerebral son complejas e incluyen factores genéticos y adquiridos. Este último abarca factores antes del nacimiento, durante el período perinatal y en el período neonatal, careciendo en algunos casos de causas claras. Actualmente, los cuatro factores importantes asociados con la parálisis cerebral son el nacimiento prematuro o el bajo peso al nacer, la asfixia perinatal o encefalopatía hipóxico-isquémica, la hiperbilirrubinemia neonatal y las infecciones intrauterinas. Además, la aparición de PC está relacionada con factores genéticos.
Factores prenatal
Calidad embrionaria en el momento de la concepción.
El tabaquismo, el abuso de alcohol o el consumo de drogas por parte de los padres antes y durante el embarazo pueden afectar la calidad del embrión.
Condiciones de salud materna
Factores como infecciones, envenenamiento o exposición a la radiación durante las primeras etapas del embarazo pueden provocar un desarrollo inadecuado de las células cerebrales.
Factores perinatales
Nacimiento prematuro
Puede provocar diversas condiciones patológicas, lo que hace que los niños sean más susceptibles a la parálisis cerebral.
Trauma de nacimiento
Condiciones como el parto rápido, la extracción con ventosa y el parto con fórceps pueden causar potencialmente una hemorragia intracraneal.
hipoxia
Factores como el parto prolongado, el cordón nucal, la aspiración de meconio o la disfunción placentaria pueden provocar hipoxia cerebral fetal.
Hiperbilirrubinemia
Varias causas pueden provocar ictericia grave en los recién nacidos, lo que podría provocar kernicterus.
Factores del período neonatal
Diversas infecciones, afecciones neonatales graves, traumatismos cerebrales y hemorragias intracraneales debidas a trastornos hemorrágicos neonatales pueden causar parálisis cerebral.
Factores genéticos
Algunos casos de parálisis cerebral pueden tener antecedentes familiares de enfermedades hereditarias. Si hay casos de epilepsia, parálisis cerebral o discapacidad intelectual en familiares cercanos, la probabilidad de que ocurra parálisis cerebral aumenta.
Manifestación clínica
Las manifestaciones clínicas de la parálisis cerebral varían entre los individuos e incluyen principalmente:
Deficiencias motoras como tono muscular anormal, espasmos musculares o flacidez.
Problemas con el control de la postura, lo que dificulta mantener el equilibrio y controlar la postura.
Dificultades de coordinación, que conducen a una mala coordinación motora y pueden afectar los movimientos finos de la mano.
Funciones motoras limitadas que involucran actividades como caminar, gatear y sentarse.
Deficiencias del habla y del lenguaje; Algunos pacientes pueden encontrar problemas en el desarrollo del habla y el lenguaje.
Deterioros cognitivos; Aunque la mayoría de los pacientes con parálisis cerebral tienen una inteligencia normal, algunos pueden tener problemas cognitivos.
Examen
Evaluación neurológica: Implica evaluar el tono muscular, el control motor y la función sensorial.
Estudios de imágenes: las resonancias magnéticas o tomografías computarizadas del cerebro ayudan a detectar estructuras cerebrales anormales.
Electroencefalograma (EEG): Evalúa la actividad eléctrica del cerebro.
Análisis de sangre: descartar enfermedades metabólicas e infecciones como posibles factores causantes.
Diagnóstico
Los médicos diagnostican la parálisis cerebral basándose principalmente en el historial médico, los síntomas y los exámenes físicos. Además, pueden solicitar estudios de imágenes como tomografía computarizada o resonancia magnética para obtener información sobre cualquier anomalía estructural del cerebro, que tiene importancia para determinar las causas de la parálisis cerebral y predecir el pronóstico. El EEG ayuda a comprender si hay convulsiones y proporciona orientación para el tratamiento. Los criterios para el diagnóstico de parálisis cerebral incluyen:
Factores causales que ocurren antes del nacimiento, al nacer o durante el período neonatal.
Parálisis central que aparece en la infancia sin progresión a lo largo del curso de la enfermedad.
Exclusión de enfermedades progresivas (como trastornos metabólicos genéticos, tumores) que causan parálisis central.
Exclusión de retrasos motores transitorios en el desarrollo en niños normales.